Respecto a la centralidad del niño, nosotros como futuros docentes debemos de saber que nuestro trabajo se realizará por y para el alumno.
Debemos hacer hincapié en la centralidad del niño, es decir, en las posibilidades que cada uno de ellos posee, y partiendo de ahí, adaptar nuestras técnicas de enseñanza a sus necesidades. Muchos creen que deben de ser los niños los que se deben adaptar al nivel de enseñanza que se exige en cada curso, pero lo cierto es que el profesor debe saber los conocimientos previos que los alumnos poseen para partir de esa base.
Respecto a los derechos, creemos que es algo tan obvio que se dejan un poco de lado, es decir, los derechos del niño son tan básicos que no nos hacemos cargo de que haya niños que no los tengan. Por ejemplo, derecho a una familia, derecho a una vivienda, derecho a la protección, derecho a la salud... pero lo cierto es que no somos conscientes de que hay millones de niños que no tienen familia, millones de niños que viven a la intemperie, millones de niños que viven millones de injusticias...
Es un tema a lo que desgraciadamente estamos acostumbrados, ¿por qué tiene que haber estas desigualdades en el mundo? ¿Por qué está tan mal repartido?, en algunos países miles de niños mueren de hambre o deshidratados cada día, algo que parece impensable en otros países. La pregunta es ¿qué podríamos hacer? ¿esto cambiará algún día?
No se trata de tener derecho a ser iguales, sino de tener igual derecho a ser diferentes.
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